Las emociones son las ventanas de la consciencia y a través de ellas vemos el mundo.

La inteligencia emocional es la capacidad humana para reconocer los sentimientos en uno mismo y en los demás.

Al reconocer el sentimiento puedes identificarlo, ponerle el nombre que le corresponde, seguidamente debes aprender a  gestionarlo, observa que digo aprender,( porque tu puedes sentir un sentimiento y no saber gestionarlo ), y después extraer el aprendizaje implícito que lleva para ti este sentimiento.

A los sentimientos nos han enseñado a:

Bloquearlos: ( ahora no es el momento que estoy con gente, ya lo sentiré por la noche en casa cuando este solo )

Negarlos : ( no estoy triste, no tengo ningún motivo, no estoy enfadado, no me pasa nada, no puede ser que esto me afecte )

A no identificarlos y poder ponerles su nombre: ( no se lo que me pasa …. No se ).

Una buena gestión de tus emociones te permite transformar las situaciones de tu vida más rápidamente y sentirte más tranquilo y feliz.

Cuando eres un experto en gestionar tus emociones puedes dar el paso a ser inteligente emocionalmente.

Una emoción como el miedo por ejemplo genera un movimiento interno tan grande, que provoca reacciones físicas en tu cuerpo, como palpitaciones, temblor en las piernas, y todo esto independientemente de si tu eres conscientes o no de ellas.

Ser inteligente emocionalmente significa que tu eres el que decide como vivir y sentir la situación que te presenta la vida.

Esto no significa que no sientas rabia, decepción o tristeza en determinadas situaciones pero haces la transformación muy rápidamente, sin bloquearlas o negarlas y decides vivir esa misma situación desde la aceptación, la tolerancia, el respeto o la paciencia. Entonces te sientes libre, porque ya eres tu el que dirige tu vida a nivel emocional, has dejado de ser reactivo y eres tu el que tienes tu poder interior, no las demás personas o las situaciones y los conflictos de la vida que siempre hay.

Siente, siente y siente….. acepta, acepta y acepta…. Y te conocerás.